ADIOS A LAS ARMAS

ADIOS A LAS ARMAS
Contacto a través de correo electrónico: 1971adiosalasarmas@gmail

miércoles, 13 de agosto de 2014

ADIOS A LAS ARMAS


En 1971 se respiraban aires de cambio en España. La dictadura del general Francisco Franco quien había accedido al poder tras el golpe de estado de 1936, daba señales de agotamiento. Las potencias internacionales tomaban posiciones ante el inminente final de la dictadura. Del mismo modo que se había establecido para Europa, tras finalizar la segunda guerra mundial, un sistema político de democracia formal basado en partidos políticos y un reparto del poder del estado proporcional a los resultados electorales, así se planificaba en las cancillerías europeas la transición española. En algunos países europeos, y por supuesto en España, el servicio militar era obligatorio. La industría armamentística europea no hacía sino crecer e internacionalizarse a través de grandes inversiones.Se planeaba la futura incorporacicón de España a la OTAN......


En la sociedad española había inquietud. Se producían las primeras agitaciones en las universidades y en los lugares de trabajo. Aparecían nuevos planteamientos ideológicos ante el inminente cambio social. A pesar de haber sido educados en el estricto marco de un estado totalitario, algunos jóvenes mantenían su espíritu crítico y libre de ataduras. Entre ellos los había que habían leído a Tolstoy, Henry Thourau, Sartre o Bakunin, que habían reflexionado sobre los evangelios y textos sagrados de otras culturas, conocían las enseñanzas de la no violencia activa de Mahatma Ghandi, especialmente a través del trato directo con su discípulo Lanza del Vasto, y tenían noticia de las luchas de activistas no-violentos tales como la de Lluis Maria Xirinacs contra la dictadura franquista  y por la Asamblea de Catalunya o la de Martin Luter King en pro de las libertades y derechos humanos en EEUU y sacaban sus propias conclusiones sobre cómo encarar sus vidas y los cambios políticos y sociales que se avecinaban.

A pesar del romanticismo que rodeaba en aquella época a las ideologías partidarias de la lucha armada, aquellos jóvenes habían llegado a una conclusión muy diferente. Si se quería un cambio radical y definitivo en pro de las libertades en España y en el mundo, si se pretendía corregir el mal funcionamiento de la justicia carente de independencia o eliminar la corrupción y la prepotencia de la clase política , si se quería en definitiva conseguir realmente vivir en democracia, había que plantearse en primer lugar abolir los ejércitos y hacer desaparecer las guerras . No puede haber democracia en España ni en el mundo cuando enormes recursos financieros de todos los ciudadanos se emplean en la carrera de armamentos y en la destrucción de otros seres humanos en lugar de luchar contra la desigualdad, la probreza y el hambre en el mundo.

Pero, como ocurre hoy en día, esta manera de ver las cosas fue considerada utópica, irrealizable, propia de personas ilusas, que no pisan la tierra y que era mejor ignorar. Sus reivindicaciones no eran políticamente correctas. Empezando por los representantes religiosos que predicaba la paz pero sólo de palabra y  siguiendo por los políticos de  uno y otro signo que decian luchar por las libertades políticas, nadie quiso tomar en consideración la necesidad de reducir el gasto militar y plantear una economía basada en una cultura de la paz para poner los cimientos de una desarrollo sostenible. Bien al contrario, la transición española se convirtió para el holding internacional en una oportunidad de hacer inversiones en la industria armamentística española. Aquellos jóvenes que propugnaban la abolición de los ejércitos como solución a muchos de los males que sufre la humanidad se convirtieron en voz que clama en el desierto.

 En la sociedad española de aquel momento se alardeaba de valores castrenses como un complemento educativo para los jóvenes. Las iglesias cristianas, a pesar del radical pacifismo de su fundador, no eran capaces de profesar explicitamente su renuncia a la violencia, temerosas de cuanto pudiera acaecerles en aquellos momentos de cambio y de que pudieran perder mucho de lo conseguido, precisamente gracias a las guerras. Había opositores al régimen franquista que consideraban la lucha armada como el instrumento idóneo de cambio, aunque a la hora de la verdad, excepto ETA, la mayoría no dudaron lo más mínimo en cambiar sus planteamientos ante la oferta de la clase política franquista de compartir el poder del estado. Algunos independentistas argumentaban sobre la cobardía de no empuñar las armas para defenderse de la injusticia y conseguir las libertades políticas y civiles.

En el plano internacional no se quería contemplar otra opción al desarrollo económico que no fuera acompañada de la carrera de armamentos, la guerra fria o la guerra abierta en aquellas partes del mundo en donde, a juicio de quienes las declaran, era necesario defender la libertad de mercado y la democracia parlamentaria ( planteamiento occidental) o el control de los medios de producción y la igualdad entre clases sociales (planteamiento soviético) . Aquellos jóvenes deseosos de una cultura de la paz, se quedaron solos ante una sociedad lanzada precipitadamente a un cambio cuyas metas no fueron claras desde el primer momento.Se aceptó la propuesta monárquica de Franco. Se renunció al referendum pactado tras la muerte del dictador entre monarquía o república y se buscó un sistema de representación deficiente en el que los políticos pueden hacer con nuestro dinero y nuestras vidas lo que quieran por el simple hecho de votar en unas elecciones.
El tiempo se está encargando de mostrar lo equivocado de este planteamiento, tanto en el caso español como en el europeo y en el plano internacional. Desde una perspectiva pacifista, la inestabilidad económica internacional es precisamente la consecuencia de buscar el lucro en inversiones no productivas como la inversión armamentista y la necesidad de contar con la guerra para mantener y rentabilizar dicha inversión. La crisis económica actual apunta hacia el proceso, hasta ahora negado, de que será necesario abolir los ejercitos y renunciar a la carrera de armamentos si quiere salir de esta crisis estructural y retomar la senda del bienestar económico.

Así pues la lucha por el desarme planteada hace ahora cuarenta años por aquel grupo de jóvenes que se negaron a coger las armas, resulta hoy día de total actualidad y conecta con las reivindicaciones de los movimientos de indignados en todo el mundo. No a la carrera de armamentos y a la guerra. No a una clase política al servicio de intereses económicos no productivos. Más igualdad económica. Mayor representatividad y más democracia.

Es evidente que el mundo recibirá un enorme impulso económico y democrático el día que desaparezcan los ejércitos y la carrera armamentista toque a su fin.

Es evidente, pero para ello hay que vencer muchos obstáculos. En primer lugar,la democracia debe ser desarrollada coordinadamente a nivel nacional e internacional . Las actuales revueltas en los países árabes que se extenderán pronto a Israel, EEUU, China y Europa en busca de mayores cotas de libertad política constituirán una oportunidad para hacer que funcionen las instituciones internacionales ya creadas y carentes de democracia y por tanto inoperantes hasta el momento presente. En segundo lugar es necesario cultivar , no en la teoría sino en la práctica,los valores de solidaridad entre los seres humanos y de respeto a la naturaleza. En tercer lugar hay que acabar con el eufemismo de que la guerra “libera”, “extiende la igualdad”, “ lleva la justicia a donde no existe”, “ construye la democracia “ , “ salva al oprimido” y “ nos protege de nuestros enemigos “. Acabar con la hipocresía de considerar la guerra al servicio de las causas nobles y espirituales, en lugar de considerarla uno de los problemas más terribles que tiene la humanidad. Se trata promover un cambio de rumbo radical en la manera de entender la democracia y las relaciones internacionales que en la actualidad se basan en una escala de valores destructiva.

Mientras la democracia no llegue a los organismos internacionales estaremos en manos de dirigentes políticos corruptos y mediocres , potenciados por los medios de comunicación como personas inteligentes pero en la realidad capaces de llevarnos al mayor de los desastres. Y seguiremos enfermando psíquica y mentalmente como consecuencia de comulgar con las ruedas de molino de una demagogia política empeñada en hacernos creer que los ejércitos y el militarismo son además de necesarios, compatibles con la democracia.

El convencimiento de que el camino de las armas no es el camino correcto para solucionar los conflictos entre seres humanos, hizo que aquellos jóvenes no quisieran ser entrenados para la guerra, se negaran a coger las armas y obedecer órdenes que tuvieran que ver con la muerte de sus semejantes. Por todo ello fueron condenados a penas de cárcel. Proclamaban que la solidaridad y la compasión y no la destrucción son normas que deben regir las relaciones humanas. Al fin y al cabo se trataba del mensaje cristiano en el que la sociedad occidental dice ser educada. Los campos de exterminio nazi mostraron a donde se puede llegar cuando el ser humano da la espalda a estos valores y renunciando a su conciencia y a su espíritu crítico justifica la ciega obediencia. Y sin embargo, a pesar de lo terrible de sus consecuencias, esta enseñanza parece olvidada. Una vez más la desigualdad y la violencia se disfrazan de progreso y cambio social. Así fue como el problema de la neutralidad española, contemplada al inicio de la transición, fue rápidamente arrinconada para dar paso a una supuesta necesidad de pertenecer a la OTAN en un acto de filibusterismo político sin precedentes por parte de quienes se autodenominaban demócratas y progresistas.

España está ya en la OTAN, tal como se había planificado. La producción armamentista española ya está integrada en el selecto club de financieros internacionales y da buenos dividendos a quienes siguen invirtiendo en guerras. El hambre, la desigualdad, la injusticia y la miseria humana siguen presentes en el mundo. Algunas guerras como la judeo-palestina, debido a su alta rentabilidad en el rearme de la zona, se han hecho crónicas. La prepotencia del militarismo sigue siendo brutal. Las desigualdades sociales no remiten. La destrucción de la naturaleza ha llegado al límite. Es lógico pues que se haya producido una nueva y profunda crisis económica. Pero no podemos permitir que se paralice la máquina productiva y se nos presente una guerra de dimensiones colosales como única solución, como ha ocurrido tristemente en el pasado siglo.

La humanidad necesita un cambio en sus estructuras económicas y políticas y en su modelo de desarrollo. Tras la segunda guerra mundial la reconstrucción de lo destruido hizo olvidar la magnitud de la tragedia y se volvió a un sistema económico que incluye la carrera de armamentos, el fallo está a la vista y el ciclo se está cerrando. Las guerras son la consecuencia de que algo ha sido destruido con anterioridad. Hemos de trabajar en este caso para evitar la tragedia.

El presente blog ha sido creado por aquellos mismo protagonistas que a partir de 1971 se negaron a empuñar las armas y a obedecer órdenes de mandos militares. Fueron objetores insumisos y pagaron con la prisión su osadía de desafiar primero a la dictadura y luego también a los gobiernos de una democracia formal pero realmente poco representativa, que seguían sin reconocer el derecho a negarse a participar en el entramado militar y coger las armas.

Fueron treinta años de lucha en los que pasaron por las cárceles muchos jóvenes españoles desde aquel 1 de enero de 1971 en que Pepe Beúnza Vazquez, primer objetor de conciencia por motivos éticos y filosóficos, se negó a coger las armas hasta aquel otro 31 de diciembre de 2001 en que el gobierno español decretó el final del servicio militar obligatorio en España. Un total de más de 1000 años de cárcel en su conjunto fue el tributo a pagar por su desobediencia.Una explosión de generosidad por parte de una juventud que muchos pensaban adocenada y domesticada por el franquismo. Un fenómeno social con el que no contaban quienes estaban planificando la transición y pensaban dejar tal cual la estructura económico-militar dominante. Un estorbo para quienes aplicaban el principio de cambiar algo para que nada cambie.

Se trató de una lucha exitosa, basada en la no violencia, que no rebajó ni dulcificó su meta hasta conseguir que el servicio militar dejara de ser obligatorio en España. Una lucha que no necesitó ni de líderes ni de héroes ni de falsos representantes del pueblo, ni de consensos, ni de negocioaciones con los poderes del estado, ni de la violencia. Una lucha que sacó su fuerza de la coherencia de quienes no quisieron sacrificar ni su independencia personal al pensamiento único, ni sus sentimientos de compasión con el que sufre y de solidaridad con el resto de la especie humana a una justificación de la necesidad de la violencia. Una lucha de quienes nunca creyeron que el verdadero enemigo está más allá de las fronteras.

Pepe Beúnza, Jordi Agulló, Juan Guzmán, Rafael Rodrigo, Martí Olivella, etc... exponen aquí en este BLOG cómo fue su negativa a coger las armas, cuales fueron y son en la actualidad sus planteamientos frente al militarismo, la política y la vida en general.

A su vez es un BLOG orientado a la colaboración de todos aquellos que plantearon su oposición al servicio militar entre los años 1971 y 2001 y se convirtieron en objetores de conciencia insumisos al servicio militar en España. Estamos convencidos que sus experiencias personales y sus reflexiones sobre el pasado y el presente pueden aportar puntos de vistas de valor para la presente generación de jóvenes que indignados está saliendo a las calles con actidud no violenta y pidiendo mayor participación en las decisiones políticas. Pensamos también  que su actitud y perspectiva no violenta puede ayudar a la resolución de conflcitos personales, colectivos o sociales.

Por último es un BLOG abierto a cuantas personas quieran entablar un diálogo o un debate sobre las ideas que aquí se exponen o con los autores de las mismas.

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lunes, 9 de junio de 2014

FEMINIZACIÓN DEL ESTADO: LA MUJER EN EL EJÉRCITO


La feminización del Estado: La mujer en el ejército

Viernes.28 de mayo de 2010 2599 visitas - 10 comentario(s)
María del Prado Esteban Diezma#TITRE
Presentamos este interesante documento que versa sobre mujer, feminismo, militarización y sociedad en general, y que fue publicado en el último número de la mítica revista Ekintza Zuzena. Lo publicamos en Tortuga con permiso de su autora, a quien agradecemos su esfuerzo al escribir sobre este tema, y su deferencia al hacérnoslo llegar. También agradecemos a las personas que editan el Ekintza la consideración que nos demuestran enviándonoslo puntualmente. Nota de Tortuga.

Intervención en el “Otoño Libertario”
CNT Madrid, 25-octubre-2009
Idoia Rodríguez Buján ha sido la primera mujer soldado muerta “por España”, cayó en Afganistán, en 2007, defendiendo los intereses imperialistas del Estado español (y su alianza con EEUU) en ese país. El Ministerio de Defensa está en manos de otra mujer, responsable no sólo de las operaciones militares en el exterior, y del rearme del ejército sino de lo que sucede en cada cuartelillo de la Guardia Civil, dado que es un cuerpo militar, que depende de ese Ministerio, además del de Interior.
Estos hechos, entre otros muchos, rompen algunos tópicos y estereotipos, como el de que las mujeres son siempre pacifistas y víctimas en las guerras, mientras que los hombres son belicosos y por ello las inician. Hoy, en La Legión, un cuerpo fundado por Millan Astray y perfeccionado por Franco, que ha sido considerado el reservorio de los disvalores machistas más repulsivos, más del 9% de sus miembros son “damas legionarias”, con iguales tareas y cometidos que sus compañeros, “caballeros legionarios”. En el conjunto de la tropa del ejército español las mujeres son el 18% pero la demanda femenina ha tenido un incremento anual sostenido del 60%. El 25%, en las Escuelas Militares, son alumnas y pronto comenzarán a alcanzar el grado de general las primeras que cumplan los requisitos de antigüedad y formación. El modelo español ha sido calificado de los más “progresistas” porque permite el acceso de las mujeres a todos los puestos, incluidos los de combate. En el Cuerpo de Reservistas Voluntarios las féminas suman casi un tercio de los 4.500 integrantes con que cuentan. Tales son algunos de los hechos.
Eso significa que en los próximos decenios muchos crímenes de guerra, actos genocidas y torturas serán perpetrados por mujeres (hoy está ya comenzando a suceder) lo que hace tambalearse muchos de los presupuestos de un feminismo sexista esencialista y estatolátrico. No puede aceptarse el argumento de que las féminas están siendo usadas por el patriarcado como carne de cañón pues en la cadena de mando de las instituciones de la violencia estatal su número crece sin cesar. En los cuerpos represivos su presencia aumenta más rápido incluso que en el ejército y son ya el 56% de los aspirantes para la escala ejecutiva de la Policía Nacional, lo que significa que, en un futuro próximo estos cuerpos estarán mandados por mujeres a las que habrá que calificar como miembros de pleno derecho del Estado y ejecutoras de su política represiva.
La misoginia de los ejércitos es una ideología históricamente formada en un periodo muy específico. El Código Civil napoleónico de 1804 instauró un concreto sistema patriarcal parcial que respondía a las necesidades e intereses del sistema liberal estatal-capitalista en la época. Aquí fue servilmente copiado por el Código Civil de 1889 (1) . Estos textos legislativos institucionalizan la preterición femenina, y estatuyen la noción de familia como orden jerárquico, asentado, por tanto, en el desamor, en el que prevalece el varón. Pero tales privilegios fueron un regalo envenenado hecho a los hombres pues a cambio de ellos debían entregar sus vidas al Estado. Los ejércitos de Napoleón I eran un sumidero que consumió lo mejor de la juventud masculina europea en su época. Las mujeres estuvieron obligadas a parir hijos para las guerras de las elites mandantes como los hombres lo estaban a servir, y a menudo morir, en las mismas. La obligada segregación de los sexos que exigía la vida castrense imponía el ascenso de valores y prácticas depravados como el alcoholismo, la prostitución y la violencia entre iguales. De estos ambientes es de donde surge la misoginia, precisamente por estar excluidas la mayor parte de las mujeres de tales situaciones de las que sólo participaban hombres y prostitutas. Lo que vulgarmente se entiende por “macho”, es decir, un varón chulesco, violento, inmoral y misógino, es una creación sobre todo del ejército, por el que fueron forzados a pasar todos los hombres y no de la condición masculina en general.
Pero la esencia de los ejércitos no era la marginación femenina sino la afirmación coercitiva del Estado, su agresividad frente a todo lo que se le oponga en el interior y la lucha con las otras potencias por el control de los recursos mundiales. El machismo es un valor prescindible sujeto a las necesidades cambiantes del sistema y no forma parte de lo substancial de la institución. Hoy es posible encontrar entre los documentos oficiales de las Fuerzas Armadas auténticos alegatos feministas (2) que resultan imposibles de interpretar desde los simplistas presupuestos del antimilitarismo de hace treinta años.
Durante los gobiernos de la socialdemocracia, de 1982 a 1996, se inició el ascenso imparable de las empresas multinacionales españolas que fortaleció y prestigió como nunca el capitalismo (3) y su expansión neocolonial. Vinculado a ello se redefinieron los objetivos de la política de “defensa” en España. Tal política estaba destinada a favorecer el ascenso del Estado español como potencia imperialista (4) y su primera traducción práctica fue la de cooperar con las operaciones de Mantenimiento de Paz (sic) patrocinadas por la ONU; para ello la creación de unas fuerzas armadas profesionales era un requisito imprescindible. El ejército de reemplazo era ya obsoleto en esos años pues la caída de la tasa de natalidad hacía prever una disminución notable de los soldados de quintas. Pero sobre todo había dos aspectos que lo hacían inviable, la percepción social de que tal institución representaba los principios del régimen franquista y era una amenaza permanente para la sociedad civil y la imposibilidad de desarrollar los planes neocolonialistas del Estado Español en la esfera mundial, pues en la guerra del Golfo, en 1991, se comprobó que el envío de efectivos militares fuera de nuestras fronteras era muy conflictivo con tropas de reemplazo (5) . La culminación del proyecto de ejército profesional encontró un escollo muy importante en la voluntad civilista de la sociedad española que repudiaba la vida castrense de manera que, si a principios de los años 90 del siglo pasado el número de objetores respecto al de soldados era del 14%, en los años finales del decenio llegó a ser del 93%, por ello un estudio de una fundación cercana a las instituciones estatales concluye que dada “la declinación de la disponibilidad de hombres de 18 años y el desinterés generalizado por la profesión militar, el mantenimiento de un número casi constante de aspirantes a las FFAA sólo ha sido posible gracias a la creciente participación de las mujeres en las sucesivas convocatorias” (6) . De ese modo en la actualidad se ha podido destinar a operaciones en el exterior casi 8000 militares suprimiendo el tope de 3000, que existía hasta 2008. En el caso de las mujeres son, además, unas tropas especialmente motivadas, entusiastas y entregadas a sus funciones, pues las consideran “liberadoras”.
Lo cierto es que si para el primer liberalismo la reclusión de las mujeres en la esfera doméstica era una necesidad política y militar (7) de primer orden hoy sus objetivos exigen la “emancipación “ femenina de la cárcel del hogar, las mujeres están llamadas a servir al sistema no como madres sino como soldados y también como productoras en el sistema laboral. Estos cambios suponen una auténtica refundación del Estado que aumenta su capacidad de dominar y sojuzgar vistiéndose con un aura de libertador de las mujeres y otros sectores antes oprimidos. Este aspecto ha tenido una importancia decisiva en la percepción social del ejército que ha pasado a ser la institución mejor valorada de todas las del Estado según un sondeo del CIS en 2008, consiguiendo crear entre los ciudadanos la imagen de unas fuerzas armadas modernas y progresistas, feministas y humanitarias, cuyo mejor símbolo es la figura femenina, que para el imaginario social, tanto para hombres como para mujeres, sigue siendo expresión de pacifismo.
La capacidad para dotar al ente estatal de virtudes redentoras ha sido el objetivo esencial de la sociedad de la información, es decir, de la manipulación; en el asunto que nos ocupa el instrumento para acometer la vida interior de los sujetos y dirigirlos a su favor ha sido el feminismo de Estado, impulsado por el PSOE, que ha ido engordando y ampliando el Instituto de la Mujer, creado en 1983, hasta darle carácter de Ministerio, fundando, en un arrebato orwelliano, el de Igualdad, digno heredero, por otro lado, de la Sección Femenina franquista.
De las corrientes feministas existentes, el feminismo institucional ha ido extrayendo las ideas y argumentos para ganar a las mujeres a su causa y convertir a una porción sustancial de ellas en fuerza de choque del sistema. Puesto que las virtudes castrenses no habían formado parte del universo mental femenino en el pasado, su creación ha de ser calificada como muestra innegable de la potencia de los instrumentos de manipulación de las conciencias en la sociedad actual.
El odio es el decisivo estado de ánimo del soldado de los Estados, las guerras injustas solo pueden sustentarse en la hostilidad hacia el enemigo y la xenofobia (8) , el odio, junto con el egoísmo han de ser la disposición anímica prevaleciente en la sociedad para llevar a efecto los objetivos del Estado, tener instrumentos poderosos de represión en el interior y de conquista en el exterior. El aborrecimiento irracional a los hombres ha sido, por eso, el camino por el que muchas mujeres se sienten realizadas en la vida militar. Esta emoción ha actuado como idea medular de cierto feminismo nietzcheano y fascistoide afín de forma ontológica al sistema. En “El Segundo Sexo” Simone de Beauvoir deplora la falta de agresividad de las mujeres pues “la violencia es la prueba auténtica de la adhesión de cada cual a sí mismo”, envidia la “voluntad macho de expansión y dominación” que pretende presentar como la esencia de la masculinidad, sin serlo, pues tal imagen depravada no puede representar al común de los varones sino a ese chulesco y provocador matón de cervecería que constituía las SA nazis, que es a quien la autora venera. Es ese sujeto machista gestado en las guarniciones militares quien se toma como ejemplo para reescribir la nueva feminidad, asumido ya que “el amor es el opio de las mujeres” (9) la guerra por ansia de dominación pasa de ser abominable a considerarse natural. Por otro lado el feminismo institucional ha conseguido imponer la idea de que el salario es el principal instrumento de la emancipación femenina, de modo que la vida militar, si es profesional, o sea como mercenarias, se considera legítima. También se ha justificado la apetencia de poder como meta para las mujeres, lo que casa muy bien con la jerarquización de la institución militar.
Los instrumentos para conseguir esas fundamentales modificaciones en la idiosincrasia femenina han sido múltiples y complejos. Las teorizaciones feministas nietzcheanas se han dirigido a los sectores de mujeres preocupadas por su condición y con un cierto nivel intelectual, pero también se han difundido desde el cine, la novela, las revistas y la prensa, las “agencias de igualdad” dependientes del gobierno, la enseñanza, los sistemas de formación de las empresas, de manera que nadie, ni mujeres ni hombres, pueda sustraerse al perpetuo bombardeo de los dogmas oficiales.
Pero el enfrentamiento entre los sexos inducido desde arriba, que no es solo entre los sexos pues se extiende a la contienda general de los iguales, proporciona otro valor positivo para la expansión de los recursos militares del sistema. La depravación y desintegración de la vida social ha sido siempre el caldo del que se nutren las mesnadas militares y policiales. El ascenso de formas degradantes de vida y diversión en las que muchas mujeres han visto rasgos emancipadores es uno de los asuntos a tener en cuenta. Otro, sin duda, es el ocaso previsible, en los años venideros, de la familia, presentado por algunas corrientes pretendidamente radicales como un gran logro social, pero que es realmente hoy una de las aspiraciones fundamentales del sistema que consigue con ello eliminar la última institución que agrupa a los sujetos al margen del Estado y en el que todavía perviven, de forma imperfecta e incompleta pero muy real, los valores de la convivencia, el apoyo mutuo, el colectivismo y el desinterés. La desaparición de la familia no se produce en el marco del surgimiento de otras formas alternativas y superiores de vínculos sociales (10) , sino de la destrucción de todos los lazos que unían a las personas al margen de las instituciones gubernamentales y tendrá como resultado la constitución de un sujeto aislado de sus iguales, sin relaciones humanas relevantes que será por tanto, presa del Estado.
No habrá, entonces, una red de parientes que se preocupen, que lloren o que protesten por sus hijos o hijas y hermanos o hermanas llevados a las guerras futuras, y los soldados (mujeres en un porcentaje cada vez mayor) podrán ser enviados a morir en cualquier parte del planeta.
El Ministerio de Defensa gasta algo de dinero en hacer publicidad de las facilidades que tienen las militares para ejercer su maternidad, pero es obvio que en una sociedad de alta natalidad, las mujeres afluirían menos al ejército, de modo que, en este asunto, como en tantos otros, se practica no la prohibición sino el adoctrinamiento que impide a los sujetos pensar y desear siquiera lo que no conviene al sistema. La función que asignó el primer liberalismo a las féminas en la reproducción para el mantenimiento del sistema productivo y el ejército ha quedado obsoleta en las sociedades de la modernidad tardía que, además de expoliar los recursos económicos del Tercer Mundo, han ampliado este saqueo a la explotación de sus recursos demográficos. De esta manera las mujeres en Occidente son dedicadas principalmente al trabajo asalariado y las funciones estatales (en el ejército, la policía, la judicatura, la enseñanza y los medios de adoctrinamiento entre otros) mientras en los países pobres otras mujeres están obligadas a parir hijos e hijas para ocupar la escala inferior en el sistema productivo occidental generando así un sistema de castas propio de las sociedades despóticas más aciagas.
En la actualidad cinco millones y medio de inmigrantes suplen a los niños y niñas no nacidos en el reino de España desde los años 80, unos miles lo hacen como tropa en el ejército español. Estas personas, nacidas y criadas en sus países de origen, ocasionaron un gasto tanto a sus familias como al Estado pero no serán productivos en ese entorno sino a miles de kilómetros, convirtiéndose así en uno de los más lucrativos negocios del momento actual. Por ello la maternidad, en occidente, no conviene al poder establecido y es denigrada, menospreciada e impedida por todos los medios a su alcance.
El más fundamental golpe a la maternidad viene de la manipulación de la psique femenina que ha producido un declive de las capacidades afectivas en un número creciente de mujeres que han reprimido y ahogado un elemento emocional, vinculado a su propia fecundidad, que en principio forma parte (en una gran porción de ellas) de su vida más íntima. Además han conseguido que, en el orden de prioridades, deseos y aspiraciones de las féminas el trabajo, la diversión, el dinero, el poder sobre los demás o cualquier minucia egoísta o placentera se encuentre por encima de la maternidad. Para las que no hayan sido completamente devastadas por la ideología dominante usan la coacción de las empresas, del entorno inmediato familiar y social (de personas asimismo adoctrinadas), y de los “expertos” (médicos, psicólogos etc.) que intervienen constantemente en la vida de los sujetos para imponer los intereses del capital y del Estado, entre otros. Se vincula el aborto a la “libertad” de la mujer, que es “libre” de abortar pero no de ser madre y se promocionan desde las alturas todas las formas de sexo no reproductivo, argucia fundamental para que la tasa de natalidad siga cayendo. Con todo ello el sistema está consiguiendo imponer sus intereses en lo demográfico a la sociedad para convertir a las mujeres en escuadrones dedicados a la producción, el consumo, la vida militar y policial.
Para fortalecerse el Estado ha modificado de forma esencial la cosmovisión de millones de sujetos femeninos ello hace que cada vez haya más mujeres en los aparatos de violencia estatal, además aparecen implicadas en casos de torturas, crímenes de guerra y actos similares. Ellas obtienen ahora de las instituciones estatales privilegios legales y económicos parciales pero ciertos (11) , del mismo modo que antes se les dieron a los varones, pero estas ventajas llevan aparejadas las mismas cargas que han portado los hombres históricamente, las de ir a las guerras y morir en ellas por las élites mandantes de sus países. En la compleja situación mundial actual no pueden descartarse conflictos bélicos de gran letalidad en el futuro que se acerquen a la Guerra Total, si tal hecho acontece los ejércitos profesionales serán insuficientes y los países implicados harán levas en masa a las que serán llamadas las mujeres, al igual que los hombres (12).
El feminismo de Estado es hoy la ideología equivalente al patriotismo de principios del siglo XX; si aquella fue el alimento espiritual de una generación de varones que pereció por millones en los campos de batalla de la I Guerra Mundial (y poco después en la Segunda) ésta cumplirá la misma función para las mujeres en los conflictos bélicos por venir. Por ello esta ideología, que ha permitido la vinculación y apoyo de un importante sector de las féminas para los planes del ente estatal es un factor estratégico de primer orden que el sistema no permitirá que sea tocado sin una acción ofensiva feroz.
Las jerarcas del feminismo institucional, Carme Chacón, Bibiana Aído y María Teresa Fernández de la Vega entre otras, son culpables de la muerte de la soldado Idoia Rodríguez Buján y lo serán de la muerte en las guerras futuras, de miles (tal vez incluso cientos de miles) de mujeres, no ya soldados voluntarias sino muchachas que serán llamadas a filas por su quinta cuando el ejército profesional quede rebasado. Ellas son el enemigo principal de las mujeres en el presente.
En conclusión:
• El antimilitarismo de nuestro tiempo tiene ante sí la tarea de desentrañar, desde el análisis de lo real tales proyectos y desenmascararlos, pues conocer y comprender al enemigo es la precondición para cualquier estrategia. Las mujeres comprometidas con la libertad y la emancipación social tienen que sumarse a estas tareas.
• El feminismo del pasado ha quedado obsoleto por los sustanciales cambios que el sistema ha introducido en la condición femenina y en la conciencia social por lo que tiene que ser revisado críticamente de forma colectiva por mujeres y hombres.
• Es necesaria la lucha contra todas las formas de segregación y división en el seno del pueblo fomentadas por el Estado, de modo que mujeres y varones, hermanadamente unidos, hagan frente al sistema tiránico actual en todos los ámbitos, también en la lucha antimilitarista.
Notas
1.- Nótese que ello sucede casi un siglo después que en Francia como producto, no del “atraso” español (soniquete de la progresía durante decenios) sino de la resistencia encontrada a tales proyectos a este lado de los Pirineos en el mundo popular, en los hombres tanto como en las mujeres.
2.- Es muy significativo el artículo “Mujeres” que aparece en la página web oficial del Ejército del Aire. La “Revista Española de Defensa” órgano del Ministerio dedica en todos los números un espacio no pequeño a entrevistas, artículos etc. de mujeres. El Observatorio de la Mujer en las FAS, creado por el gobierno en 2005, hace informes y trabajos periódicos con el objeto de establecer las bases que permitan alcanzar la paridad en el ejército entre féminas y varones.
3.- “El auge de la empresa multinacional española” Mauro F. Guillén.
4.- Aunque el Plan Estratégico Conjunto (PEC) sigue siendo, a día de hoy, secreto, su contenido a grandes rasgos puede ser deducido de su concreción práctica en decretos y órdenes diversos.
5.- El análisis hecho por EEUU después de la Guerra de Vietnam y que llevó a diseñar un modelo de ejército profesional abierto al voluntariado y a las mujeres era conocido y ha sido la guía que se tomó para transformar las Fuerzas Armadas aquí. Sobre el actual ejército de Estados Unidos un texto esclarecedor es “Por Tierra, mar y aire. Las huellas globales de ejército americano” R. D. Kaplan. Los ejércitos han cambiado mucho en los últimos 20 años y, por tanto, el antimilitarismo tiene que actualizarse, incluso refundarse, a partir de las nuevas condiciones.
6.- “La incorporación de las mujeres a las Fuerzas Armadas: el caso español y su percepción pública en la perspectiva comparada” Angustias Hombrados, José A. Olmeda, Consuelo del Val. Real Instituto Elcano.
7.- En realidad ya en la I Guerra Mundial (1914-1918), las potencias en pugna, todas ellas, echaron mano de las féminas con el objetivo de ocuparlas en la industria y las labores de la retaguardia. Para esas mujeres se elaboró ya un primer ideario feminista que fue desarrollado más tarde. Sobre esta cuestión ver “Ellas solas. Un mundo sin hombres tras la Gran Guerra” Virginia Nicholson.
8.- Distinto es el caso de las guerras legítimas en donde el estado de ánimo prevaleciente ha de ser el de superar el horror por la violencia en aras de metas trascendentes , necesarias y justas.
9.- “Política sexual” Kate Millet. Este texto publicado en el año 1969 ha sido libro de cabecera de varias generaciones de feministas convencidas de su naturaleza revolucionaria, pero ninguna revolución positiva puede basarse en el desamor hacia los iguales que es el principal elemento constitutivo del sistema tiránico actual.
10.- En “Refugio en un mundo despiadado. Reflexión sobre la familia contemporánea” C. Lasch concluye que la crisis de la familia en Norteamérica ha tenido un desenlace inesperado “el restablecimiento del despotismo político basado no en la familia sino en su disolución. En lugar de liberar al individuo de la coerción externa, la decadencia de la vida familiar lo somete a nuevas formas de dominación, mientras que al mismo tiempo debilita su capacidad para resistirlas”. Exacto.
11.- la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género es una muestra de la perversidad de un sistema que usa la discriminación como factor de enfrentamiento entre iguales, lo mismo sucede con la ley de Igualdad, la de Paridad, las ayudas y subvenciones en el cine y en otros sectores. Es significativo que en la actual crisis el paro se masculinice según todos los datos.
12.- Esto será así inevitablemente pues la constitución en su artículo 30 dice que todos los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España y, por lo tanto, pueden ser llamados a filas cuando el poder constituido lo decida.
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sábado, 31 de mayo de 2014

XI MARXA PER LA CULTURA DE PAU DE ALCOIA I EL COMTAT

1 de juny de 2014

Els objectors històrics després de 43 anys ens trobem a la XI Marxa per la cultura de pau, Pepe, Rafa, Joan i Jordi entreguen una cerámica al col.lectiu que va nèixer el 1971 per donar suport als objectors  
Jorge Cloquell
Jueves, 29 de mayo de 2014
MARXA
El diumenge es viurà una nova Marxa per la Cultura de Pau i No-violència
  
Eixirà d’Alcoi fins a Turballos.
El proper diumenge 1 de juny tindrà lloc la XI Marxa del Comtat i l’Alcoià per la Cultura de Pau i No-violència. L’expedició, arrancarà des de la Plaça Al-Azraq d’Alcoi a les 8 hores i passarà per Cocentaina i Muro fins arribar a Turballos.

[Img #7261]
Marxa per la Cultura i no Violència
L’arribada al Centre Social Real Blanc de Cocentaina està programada a les 9.30 hores. Fins a les 10.30 hores, els assistents tindran temps per esmorzar.

A les 12 del migdia està prevista l’arribada a Muro en la Plaça del Matzem on es realitzaran una serie d’actes, mentre que a Turballos, on tindrà lloc el dinar i la cloenda, està previst que s’arribe vora les 14 hores.

El Col·lectiu per la Cultura de Pau i Noviolència del Comtat i l’Alcoià (COCUPANCA), encarregada d’organitzar aquest acte, aconsellen acudir amb calçat còmode, gorra, protector solar, cantimplora, menjar i amb samarreta blanca. A més, han anunciat que hi haurà paella per a les persones marxaries.

COCUPANCA està organitzant un autobús per tornar a les 17 hores de Turballos fins Alcoi. Per assegurar-se la plaça d’autobús cal fer reserva.

La marxa critica, entre d’altres, les retallades en benestar social, sanitat i educació i el suport que se li dona a les despeses militars.
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